La figura del caganer es inconcebible sin el pesebre —una representación gráfica del nacimiento de Jesús que empezó con estatuas monumentales y que poco a poco se ha introducido en los comedores de las casas. Inicialmente, la intención era ilustrar a los elementos tradicionales que estuvieron presentes en el belén —pastores, ángeles, los tres reyes magos, el rabadán, el averío, el río, el caganer— con tal de acercar este mundo feliz y navideño al día a día de las familias. No obstante, a pesar de que añadir el caganer es una costumbre propia de Cataluña y la Comunidad Valenciana, también encontramos hombrecillos similares en Murcia, Nápoles y Portugal cuyo nombre se convierte en cacones, pastore che caca i cagoes, respectivamente.